Ahora sí que cabe, en mayúsculas, la popular expresión de “¡como pasa el tiempo!” Parece que fue ayer y han pasado así como 23 años. El primer concierto y la primera estrella que promoví en Miami: Paloma San Basilio en el James L.Knight. Fue la consagración de la eterna Evita, que casi lloró de emoción cuando vio el coliseo donde actuaba por vez primera, repleto a reventar de un público que se rindió a sus pies… y hasta hoy.
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Porque Paloma acaba de presentar su concierto acústico PSB en el mismo escenario.
Ha sido otro triunfo, colocado en calzador dentro de este periplo, que ha recorrido varios escenarios latinoamericanos y que se programó rápidamente porque no había elección, ni posiblidad de fechas. Con el sacrificio, que para ella es todo lo contrario, de volar de un lugar a otro y cantar en uno y otro país, Paloma llegaba a Miami (por retraso de los vuelos) a las 4:00 de la tarde y corría al teatro, donde 3 horas después iniciaba el concierto. Al día siguiente se marchaba a Panamá, donde realizaría el último show de esta gira.
Pero antes de enfilar hacia el aeropuerto, tenía que tener una charla con mi estrella favorita y entrañable amiga, porque me daba vueltas en la cabeza la noticia surgida recientemente desde Perú, en la que Paloma anunciaba su retiro con una gira de despedida, en unos 3 años.
— Si, la verdad es que eso fue un poco malentendido porque me preguntaron y yo dije “bueno, pues no lo sé, yo qué sé, no tengo ni idea, pueden ser o tres o cuatro, no se sabe el tiempo. Pero ellos rápidamente cogieron…, ¡no sé si quieren que me retire! Pero, de momento estoy muy guerrera y todavía tengo muchas ganas y creo que muchas cosas que aprender. Así es que yo estaré una temporadita, no te voy a decir que diez años, pero bueno, yo creo que por lo menos cinco años o…
— Tu compañía de discos, en mi forma de ver, nunca te ha correspondido a lo que tú eres ni a lo que son tus discos…
— Sí, es verdad… Pero, ¿sabes qué pasa? Q ue al final, yo siempre defendí el directo, los conciertos, defendí la imagen de un artista, su proyección. Y eso es lo que siempre he defendido y me ha hecho tener una carrera tan larga de treinta y cuatro años, y al final, ves que no necesitas los discos para cantar, para que la gente venga a verte. No eres flor de un día, sino que tienes una carrera de larga duración y esa era la idea que yo tenía cuando empecé.
— Lo que llamó poderosamente la atención al público es lo que presumes de abuela.
— Sí, claro. Es que eso es una etapa maravillosa de mi vida. Mira yo cuando estoy en el escenario, como tú sabes, y cada vez más, comparto mis vivencias con la gente. Quiero que sepan como soy, me muestro tal como soy, quiero que me conozcan como todos los que me conoceis, y para mi esa vivencia es única. Es maravillosa y es lo que me pone en contacto con muchas mujeres que están viviendo esa misma etapa, porque las abuelas de ahora no somos como las de antes. Las abuelas de ahora tenemos mucha vida. mucha mucha actividad. Formamos parte… es como una segunda maternidad casi. Y yo por eso, lo comparto con el público porque me siento muy feliz y a mi me ha ayudado muchísimo y me ha…
— Da la impresión de eso precisamente, de que tú eres eres más abuela que madre, por decirlo de alguna manera, porque entonces tenías a tu hermana para apoyarte, tenías una vida más intensa, tenías más giras…
— Yo me separé muy pronto. Y de repente, yo Yo tenía que llevar mi casa y tenia que estar trabajando. estaba al principio de mi carrera, que sabes que esta carrera es terrible. Tienes que estar en todas partes, no puedes decir que no a muchas cosas. Luego vienen las giras. Yo tuve enseguida mucha respuesta, mucho trabajo y yo me pasaba todo el día subida de un lado para otro. Y no solamente mi trabajo como madre, se resentía. Entonces, lógicamentre, trataba siempre de compensarlo. Yo intentaba siempre compensarlo. Pero, bueno, las cosas se ponen en su sitio y yo ahora mismo tengo una relación con mi hija tremendamente estrecha, estamos recuperando el tiempo perdido muchas veces. Siempre que puedo me voy para estar con ellos.
De hecho, terminando esta gira me voy cinco días con ellos ¡y estoy disfrutando de mis nietos como no pude disfrutar de mi hija!
— Ella es cantante, compositora, productora… ¿de qué forma habeis cooperado madre e hija, profesionalmente hablando?
— Pues de muchas maneras. Ella me ha enseñado muchas cosas. Por ejemplo, ella ha estudiado en Berkley, estudió también en Los Angeles. Ella desarrolla unas técnicas vocales que a mí me pasó también, yo aprendí mucho con las técnicas vocales que ella está estudiando en Estados Unidos; de la escuela que es muy distinta de la que tenemos en España. Y eso me ha ayudado a buscar registros nuevos para mi voz, a sacar la voz hacia delante, a poder proyectarla mucho más de lo que antes la proyectaba. Para que veas tú que, de alguna manera, los padres también pueden aprender de los hijos. Y luego, también me ha inculcado su amor por la música electrónica, que ella hace una música maravillosa… y que es lo que va a ser un poco diríamos el proyecto que vamos a hacer juntas, en mi próximo disco, donde la base será la música electrónica que ella hace y composiciones suyas.
— Supongo que, por su vida personal, está digamos ligada a California o sea, no hay posibilidades de ir para España…
— No, lo que pasa con ella es que fue a estudiar a Boston, y allí conoció a su actual marido. Evidentemente, eso le hizo tener una afición a Estados Unidos, ella ama a este país, le encanta estar aquí. Luego decidieron mudarse a California porque ella hizo composición para bandas sonoras de películas y efectivamente, allí es donde está todo el mundo del cine. Entonces, ella está allí, luchando, intentando salir adelante en este camino, porque es muy dificil, porque es un coto muy cerrado, y por eso están en California. Aparte de porque para los niños es mucho mejor. El tiempo es maravilloso. Ella es feliz en California, ella vive en Laguna Beach, que es en una zona detrás de Malibú, que es una zona muy agradable, muy familiar, muy bonita, y yo creo que de ahí no se va a mover.
— La comedia musical. Tú, últimamente, te hiciste la reina del Broadway español. En tu concierto hiciste un bloque de comedia musical y el “sueño imposible” del Hombre de La Mancha, que tú hiciste en España, no lo incluiste, ¿se quedó fuera porque no pensaste en ello, por algún motivo especial, de derechos, de…?
— No, lo que pasa es que “el sueño imposible” lo he estado cantando durante las últimas giras; entonces, yo siempre trato de cambiar un poco mi repertorio, de no repetirme, porque a mi misma me aburre.… Entonces, yo preferí incorporar otras piezas, aunque no son las que yo he cantado en los musicales, para refrescar un poco y para dar una visión un poco más amplia. ¿No? De alguna manera, pues el musical que yo interpreté, que también estaba allí; también canté “Cats”, que fue la primera que se hizo en España. Desde luego, quería ampliar un poco el repertorio y por eso no estaba “el sueño imposible”. A veces lo canto, depende, también… sabes que, al final, cuando la gente me pide que cante, yo canto lo que me piden. A veces me piden “sueño imposible”, yo lo canto y no pasa nada.
— Tenía que haberlo gritado yo. Esa y “Dónde vas”. Ahora, tú eres digamos una “diva”, en el buen sentido, sobreviviente de la prensa amarillista, que en España está de madre. ¿Cómo consigues eso?, hay muy poca gente que lo consigue.
— Nada, muy bien. Tú sabes que yo soy muy discreta, que mi vida privada siempre está al margen, que intento no hacer uso de ella, porque también hay una cosa clara, si tú, en un momento determinado de tu carrera, haces uso de tu vida privada, has levantado la veda. Luego ya, nadie te va a decir que no pueden entrar en ese terreno, ¿no? Yo desde el principio, marqué muy bien la línea divisoria, invisible pero divisoria. Siempre que tiene la gente ganas de hablar conmigo sobre mi trabajo, mi casa está abierta, Yo siempre hago entrevistas, cuando tengo un trabajo por hacer. Pero luego, el resto del tiempo ya me retiro a mis cuarteles, ya nadie sabe nada, mi vida sigue al margen, yo tengo una vida tranquila, no tengo tampoco andanzas que contar. Y sobre todo, mantengo a mi gente muy al margen de toda exhibición. Y yo creo que esa es una cosa que, desde un principio se entendió; y la gente lo respeta y yo creo que es mucho más fácil de lo que muchos piensan.
— ¿Tu “sueño americano” podría ser un musical en Broadway? Al de Nueva York me refiero, claro.
— Pues no lo sé, porque ya me lo ofrecieron una vez y dije que “no” porque una es así de chula. Pero, vamos… cuando me propusieron hacer “The Man of La Mancha” y fue una oferta que me ofrecieron muy a última hora, el musical se estaba cayendo, la producción que yo vi en Broadway se resentía muchísimo porque habían repetido el mismo clishé de hacía treinta años… y entonces, yo tenía una gira pendiente, tenía que desarmarlo todo y no tenía una garantía de que aquello fuese “flor de un día”. Posiblemente tenía que haberlo hecho, pero yo siempre he seguido un poco mi latido y yo después hice “El Hombre de La Mancha” en España, con una producción maravillosa que no tenía nada que ver, me sentí m ucho más cómoda, pude hacer un trabajo tranquilo, a mi medida. Y después, pude hacer “My Fair Lady” gracias al trabajo de Aldonza.
— Has hecho televisión, has hecho teatro… Me refiero a tu trabajo como actriz, en las comedias musicales, también en tu versión televisiva de “Las Leandras”… ¿tú tienes como una “asignatura pendiente” en esta actividad?, ¿como una película?
— No. Lo que sí es cierto es que siempre me extrañó que no se me acercaran ofertas interesantes para el cine porque yo creo que siempre he tenido una fotogenia… Posiblemente, sí es una asignatura pendiente, pero bueno tampoco yo me acerqué ni ellos se acercaron a mi. Y las cosas están así. Yo creo que he hecho muchas cosas. Tampoco creo que es un lenguaje que yo entendería.Yo estoy acostumbrada a tirarme en pancha en un concierto hasta el final… y esto es otro mundo. Pero, buebno, habría podido ser interesante probarlo, ¡sí!
— Y eres una “estrella atípica”. Ahora, la muerte de Michael Jackson ha puesto de moda revelar el uso y abuso de las estrellas de medicamentos para dormir, para combatir la depresión, para los nervios, para avivar la agilidad, para… Pero tú, ni aspirinas…
— No, nada. Yo tengo una salud mental…
— ¿Y cómo lo consigues?
— Ha sido la educación de mi casa. En mi casa siempre han sido todos profundamente sanos, la relación con mis padres fue maravillosa, nunca hubo maltratos, nunca he vivido episodios dramáticos como mucha gente. Mi familia fue un remanso de paz, llena de generosidad, de amor, de respeto por cada uno. Y ésta ha sido mi trayectoria durante el resto de mi vida. Y luego he trabajado mucho. Es que hay que trabajar mucho en la vida de uno. Hay que hacer autoreflexión, hay que relajarse, hay que sacar lo mejor de ti, hay que desechar todos los miedos que tenemos; no dejar que la gente negativa se acerque a ti. Hay que hacer un trabajo que se puede hacer y que se tiene que hacer constantemente para llegar a un equilibrio que te permita hacer tu trabajo sin tensión, sin tomar nada, aunque lleves toda la noche sin dormir como ayer. Aunque ayer llegué a las cuatro y media de la tarde. No pasa nada. Hay que estar muy a gusto contigo mismo. Tener mucha confianza en ti y mucho amor hacia los demás. Y las cosas salen así.
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